El año de las copias
Hay años que marcaron a la humanidad para siempre. Me vienen a la mente 1492 y la gesta colombina, la revolución francesa del 1789 o la llegada del hombre a la luna en 1969, solo por citar algunos ejemplos. Algo parecido le ocurrió al 2094, período que sería recordado por todos como el año de las copias. Por entonces, la tecnología había avanzado hasta lo inimaginable y fue solo cuestión de tiempo para que alguien uniera los progresos en diversas ramas, tales como la informática, la medicina, la biología y los muchos conocimientos que la humanidad acumuló por milenios. Todas las piezas estaban su sitio para lo que habría de venir. Las impresoras 3D fueron la herramienta fundamental de esta nueva revolución, aunque no la única. A pesar de que existían desde hacía unos noventa años, para esa fecha su difusión era tal que todos los hogares tenían una y con ellas era posible copiar casi cualquier cosa, desde juguetes hasta casas. A su vez, la industria del plástico creó el P.I.E.